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Ucranianos de vuelta a casa… ¿ya?

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Por Borja González Millán, de serinternacional.wordpress.com

El pasado 1 de septiembre, el magazine New Lines Institute realizó un pequeño análisis en el que anunciaba que hay un porcentaje de refugiados ucranianos que está volviendo a su lugar de origen. Aunque este fenómeno puede producirse por distintos motivos, uno de ellos es la ineficacia y falta de recursos que tienen muchos países europeos para acoger a estos refugiados.

Al contrario de lo que ha ocurrido con otras guerras, Europa está acogiendo con los brazos abiertos a los refugiados ucranianos, algo criticado por muchos ciudadanos europeos que deseaban la misma reacción durante la Guerra de Siria. Aquí hay algunos datos: Según ACNUR, desde que comenzó la invasión, más de 7.2 millones de ucranianos huyeron del país, siendo Rusia el país que más refugiados está acogiendo, con una cifra estimada de 2.6 millones. Desde la Unión Europea, Polonia es el país que más personas ha acogido con 1.3 millones, seguida de Alemania (971000) y República Checa (430000). Por su parte, España está acogiendo 141000 ucranianos. Otros países que están haciendo un gran esfuerzo por acoger inmigrantes, son Turquía (145000) y Moldavia (90000).

A la hora de recibirlos, los países de la Unión Europea son los que menos requisitos piden para que estos puedan hospedarse, por ejemplo; no se les pide pasaporte o documentos relacionados con la vacunación, y se les proporciona un sistema de salud gratuito en caso de que fuera necesario. En el caso de Reino Unido, y sobre todo de Estados Unidos, estos requisitos son algo más exigentes. Cabe recalcar que la Unión Europea tuvo una actitud mucho menos abierta durante la guerra de Siria, ya que se centraron más en contener a los inmigrantes en la frontera, haciendo uso de fuerza militar. Un caso muy ilustrativo es el Dinamarca, donde los inmigrantes sirios estaban meses en espera para encontrar asilo, mientras que los refugiados ucranianos obtuvieron al momento permiso de residencia y trabajo, además de acceso gratuito al sistema de salud y educación públicos.

Además, en un informe del 12 de julio de ACNUR sobre las intenciones de los refugiados, nos cuentan que el 65% desearía empezar una nueva vida en el país donde son huéspedes, el 9% quiere empezarla en otro país distinto a Ucrania, y el 16% querría regresar a su país de origen.

Esto significa que, aproximadamente, al 74% de los ucranianos le gustaría empezar de 0 fuera de su país. Entonces, ¿por qué están regresando a su país en guerra?

Desde que comenzó la guerra, hay un total de 5.6 millones de desplazamientos en la frontera hacia Polonia, y unos 3.6 millones desde este país hacia Ucrania. Este es un número muy alto, teniendo en cuenta que la situación, aún, es muy desconcertante e incierta. La amplia mayoría de las personas que están regresando son mujeres y niños, ya que los hombres se verían obligados a participar en la contienda. Los motivos de su regreso son muy diversos, y cabe pensar que uno de los motivos que más prevalecen, es la reunificación familiar en zonas que estén controladas por las autoridades ucranianas. Sin embargo, es inevitable preguntarse si los países europeos están realmente preparados para afrontar otra crisis de refugiados en la situación en la que nos encontramos.

Refugiados ucranianos en Polonia
Refugiados ucranianos en Polonia

El país que más está sufriendo por esta situación es Polonia, que, aunque se negó a acoger a los refugiados sirios, ha tenido que afrontar la llegada masiva de ucranianos. En este país, cada vez es más común ver a familias que han acogido refugiados en sus casas, porque estos piden ayuda por la calle. Un caso particular es el de Bulgaria, que, hasta finales del mes de mayo, acogía a sus huéspedes en hoteles turísticos cercanos a sus playas, y que, al llegar el verano, les desalojó para afrontar la temporada turística, dejando a muchos de ellos a su merced. Por otro lado, mantener a tantos refugiados es todo un reto para los países menos desarrollados económicamente; en Bulgaria, mantener a un solo refugiado cuesta una media de 600 euros mensuales, mientras que el salario mínimo en el país es de 300 euros.

 

Una vez más, aunque hay una acción conjunta en cuanto a sanciones hacia Rusia, se nota una clara falta de coordinación -o de voluntad- entre los países para lidiar con esta crisis. Al fin y al cabo, estamos hablando de la frontera de la Unión Europea, y si bien es cierto que todos los países -a excepción de Polonia- acogen una cantidad similar de refugiados, cada país tiene que lidiar con ellos de una forma distinta, y estos tienen que estar sujetos a unas leyes que pueden ser distintas. Por no hablar de que no todos los países tienen la misma capacidad para ofrecer ciertos servicios públicos o alojamiento, Bulgaria es el ejemplo más claro sobre esto. La situación es tal que Polonia, un país conocido por no estar de acuerdo con muchas de las propuestas en común de la Unión Europea, ha pedido un fondo común para poder sobrellevar el tremendo gasto que tienen que afrontar.

Una acción conjunta es algo crucial para poder afrontar esta situación, sin embargo, hay dos problemas vitales que está por ver cómo se resolverán: Se desconoce cuánto más va a durar la guerra, y si se recrudecerá, aún más, tras los referéndums celebrados en el este del país, lo que provocaría un éxodo aún mayor del que estamos viviendo. Por otro lado, tampoco se sabe cómo sobrevivirán los países, tanto en lo económico como en lo social, al tremendo empobrecimiento que Europa está sufriendo, pudiendo convertirse así el acoger refugiados en un lujo.

Bibliografía

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